domingo, 15 de julio de 2018

Sicario: Día del soldado

Sicario: Día del soldado. Título original: Sicario: Day of the Soldado

Director: Stefano Sollima

Actores: Benicio del Toro, Josh Brolin, Isabel Moner, Matthew Modine, Elijah Rodriguez, Catherine Keener

Guión: Taylor Sheridan

Productores: Molly Smith, Edward L McDonnell, Trent Luckinbill, Thad Luckinbill, Basil Iwanyk

Montaje: Matthew Newman

Fotografía: Dariusz Wolski

Música: Hildur Guonadottir

Producción: Black Label Media, Rai Cinema, Thunder Road Pictures


Dentro del terreno de las secuelas inesperadas este Día del Soldado sin duda ocuparía uno de los lugares de preeminencia y es que la sobresaliente Sicario cerraba a la perfección su arco narrativo y el viaje de sus personajes. Tras el anuncio de esta secuela saber que ni Dennis Villeneuve ni su dream team formado por Deakins y Johannsson (este por razones obvias) iban a estar tras las cámaras rebajo aún más las esperanzas en el proyecto. Sin embargo la continuidad de Taylor Sheridan en el guión, el fichaje del solvente Stefano Sollima y sobre todo un espectacular e impactante trailer hicieron aumentar las expectativas de nuevo.

Y de hecho la primera impresión de Sicario: Día del Soldado es que pese al cambio de nombres, el espíritu del film anterior se conserva, el tono áspero y sucio del terreno fronterizo o la ambigüedad moral se mantienen gracias al interesante punto de partida (el de la lucha contra carteles mexicanos que introducen inmigrantes ilegales a EEUU entre los que se cuelan terroristas islamistas) y el pulso de Sollima tras la cámara. Si bien es cierto que todo está tratado de una forma más superficial y sin la maestría de Villeneuve tras la cámara, la primera hora de Día del Soldado es un thriller notable gracias a un ritmo frenético y la acertada labor del director italiano en las secuencias de acción.


Siendo Taylor Sheridan a priori el principal puntal de esta secuela (no olvidemos que viene de tres pepinazos como la propia Sicario, Comanchería o Wind River) su guión es sin embargo el principal handicap del film y es que una vez pasado el ecuador del metraje parece que el guionista texano pierde el control de la narrativa pasando de una historia global a una mucho más individualizada y perdiendo la esencia de unas protagonistas marcados anteriormente por su amoralidad y a los que se trata de justificar y blanquear sin ninguna justificación en su evolución personal.

A partir de ese momento al resto del film se le comienzan a ver las costuras, comenzamos a echar de menos a Deakins, el continuo "homenaje" (vamos a ser generosos) a Johannsson empieza a ser reiterativo y molesto, Sollima se muestra mucho más torpe cuando no hay acción en pantalla, el ritmo cae en picado y el guión chirría de manera estruendosa al intentar encajar las historias secundarias con su hilo principal. El esfuerzo de Benicio del Toro y Josh Brolin por salvar sus personajes y la introducción de una nada velada crítica a la política exterior estadounidense son los únicos puntos a salvar de una segunda mitad que lastra el conjunto del film de manera irremediable.


Sicario: Día del Soldado comienza como un solvente y espectacular thriller que se viene abajo cuando gira diametralmente en su apuesta y traiciona la esencia de sus personajes y de la película que le precede, confirmando la idea inicial de ser una secuela totalmente innecesaria y con un afán final de crear un universo o serie de películas bajo el sello Sicario que no parecen traer nada bueno.

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