Creadores:
Actores: William Zabka, Xolo Maridueña, Tanner Buchanan, Ralph Macchio, Courtney Henggeler, Mary Mouser, Jacob Bertrand, Nichole Brown
Productores: William Zabka, Ralph Macchio, Will Smith, Bob Wilson, Matt Lottman, Dougie Cash
Música: Zach Robinson, Leo Birenberg
Producción: Sony Pictures Television, Overbrook Entertainment, Hurwitz & Schlossberg Productions
Temporadas: 1
Episodios: 10
Canal de emisión: YouTube Red
En uno de los más inspirados gags de la añorada Como conocí a vuestra madre, Barney Stinson defendía a Johnny Lawrence como el verdadero héroe de Karate Kid y a Daniel Larusso como un villano que nos había engañado a todos. Pese a la complicidad de William Zabka y Ralph Macchío que incluso participaron en el episodio, todo parecía quedar en un simple chiste, hasta que saltó la noticia, Karate Kid volvía en formato serie siguiendo la teoría de Barney, o eso creíamos.
Cobra Kai, comienza intercambiando esos roles, los de héroe y villano, dejando el peso de la narración sobre un excelente William Zabka que años después sigue cargando con esa derrota en el All Valley Karate Championship y lleva una vida de auténtico perdedor teniendo que observar además como su gran rival Daniel Larusso triunfa en todo lo que se propone, hasta que de un modo que seguro que a todos nos resultará familiar, acaba como tutor de un joven recién llegado a la ciudad e intentando recuperar su vida reabriendo el viejo dojo de Cobra Kai.
El primero de los aciertos de Cobra Kai es saber diferenciarse de la corriente actual y en lugar de regodearse en la ya monótona nostalgia (la misma que les ha traido de vuelta) se centra en subvertirla con sus dos protagonistas más veteranos entregados a la causa de ridiculizar a sus propios personajes. Esta postura que sirve como alivio cómico y llega hasta la parodia en muchas ocasiones, abre también nuevas posibilidades narrativas, pues el maniqueísmo propio de las películas ochenteras se convierte aquí en una más que apreciable escala de grises en la que no hay buenos ni malos y dónde la serie dedica su tiempo a explicar las motivaciones de cada personaje, mostrando los distintos puntos de vista de cada uno sin necesidad de tomar partido.
Además en su presunta simplicidad se esconden interesantes reflexiones como el cambio de esa sociedad soñadora y bienintencionada de los protagonistas de la película original a la actual generación de jóvenes perdidos y desconectados entre sí o el bullying a través de las redes.
Con un formato tremendamente dinámico de diez capítulos de media hora en los que predomina el humor, Cobra Kai demuestra que se puede divertir y entretener sin renunciar a contar una historia y es que en esas cinco horas la serie tiene tiempo de plantear varios arcos narrativos presentando al menos media docena de personajes con sus propias historias personales.
Evidentemente Cobra Kai también tiene sus puntos flacos y en este sentido destaca sobremanera la sensación de que la serie va de más a menos, adquiriendo poco a poco un tono blanco y familiar en contrapuesta con su rompedor planteamiento inicial.
Cobra Kai es en definitiva un soplo de aire fresco para el seriéfilo, divertida y diferente, capaz de reírse y reinterpretar la ya machacadísima nostalgia. Pese a cierta sensación de que no ha explotado al máximo todo el potencial que atesora la idea, la serie también deja las bases sentadas para un futuro desarrollo más que interesante, no solo por su prometedor cliffhanger final si no por que con este nuevo planteamiento tanto la vieja rivalidad como la nueva generación tiene aún muchas historias que contar.
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