Director: Christopher McQuarrie
Actores: Tom Cruise, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Jeremy Renner, Ving Rhames, Sean Harris y Alec Baldwin.
Guión: Christopher McQuarrie y Drew Pearce.
Productores: Tom Cruise, JJ Abrams, Bryan Burk, David Ellison, Don Granger
Montaje: Eddie Hamilton
Fotografía: Robert Elswit
Música: Joe Kraemer
Producción: Bad Robot, China Movie Channel, Odin, TC Productions, Skydance Productions
Tom Cruise puede que sea probablemente uno de los actores más injustamente tratados de todos los tiempos, si, me apetece comenzar ésta crítica con una reivindicación a su figura y es que pese a su controvertida imagen pública (la mayoría de las veces provocado por sus propias excentricidades, todo hay que decirlo), Cruise es un actor que ha demostrado en múltiples ocasiones tanto su capacidad como actor como su valía como héroe de acción.
Y es que si algo no se puede dudar es que Misión Imposible es Tom Cruise, desde esa película de intriga y thriller político de Brian de Palma han pasado ya casi 20 años y si la franquicia sigue en pie y con buena salud se debe sin duda a su interprete protagonista, ni resbalones como su desastrosa segunda entrega ni intentos de cambio de héroe como en Protocolo Fantasma, Misión Imposible se define en dos palabras: Tom Cruise. Y es que se pueden achacar muchas cosas al actor de Siracusa, pero lo que nadie puede negar es que es un tío inteligente y que sabe moverse perfectamente en la industria, relanzando su franquicia estrella cuando parecía muerta aprovechando las expectativas del salto al cine de JJ Abrams, explorando la ciencia ficción más seria (Oblivion) y más lúdica (Al filo del mañana) o abriendo nuevas posibles franquicias (la siempre reivindicable y poco reconocida Jack Reacher), Cruise ha ido encontrando su lugar en producciones más grandes o pequeñas pero que siempre ha acabado dando dinero. Fue en ésta última donde conoció a Christopher McQuarrie y vio su potencial y capacidad para el cine de acción.
Si a Joe Kraemer no se le puede pedir más que aproveche la reconocible sintonía de MI para apoyarse en su partitura, a una nueva entrega de Misión Imposible no hace falta pedirle ciertas cosas, la saga está tan asentada que sobran las presentaciones y la película no pierde el tiempo en ello, la acción es directa y contundente y desde el primer momento sabemos en lo que estamos, en una nueva misión de Ethan Hunt y sus amigos para salvar el mundo.
En ésta ocasión los encargados de amenazar nuestra seguridad son por un lado una organización secreta conocida como "El sindicato" y por otro la burocracia estadounidense que consigue acabar con la Fuerza Misión Imposible y que sea absorbido por la CIA, pero ésta inicial doble vía rápidamente queda unida en una sola trama que de nuevo nos llevará alrededor de todo el mundo.
Con el equipo ya confirmado en la entrega anterior más un par de nuevas incorporaciones, el film se vuelve más coral que en otras ocasiones, especialmente por la importancia que se le da en ésta ocasión a Simon Pegg en el plano humorístico y a Rebecca Ferguson (que se come la pantalla cada vez que aparece) en las escenas de acción, donde comparte importancia y protagonismo con el mismísimo Ethan Hunt, tal vez Jeremy Renner y especialmente Ving Rhames son los que quedan un poco más eclipsados en ésta ocasión aunque tendrán su importancia para la resolución de la historia.
Pero si por algo he comparado a Misión Imposible con Tom Cruise es porque la película al igual que el actor podrá gustar más o menos, pero es difícil ponerle pegas, la trama está perfectamente hilvanada y el guión nos sitúa perfectamente en donde estamos en cada momento y la importancia de cada misión para pasar al siguiente nivel de dificultad y acercarnos al objetivo final, entre las secuencias de acción se encuentran auténticas maravillas de la planificación y el dominio del tempo narrativo como la estupenda setpiece de la opera, con el ya inevitable homenaje al maestro Hitchcock en éste tipo de escenas, o las impresionantes persecuciones primero en coche y después en moto por Marruecos (auténticos puntos fuertes y diferenciadores de ésta entrega respecto a las demás).
En ésta ocasión no tenemos un espectáculo de acción tan impresionante como en la cuarta entrega o un villano tan potente (aunque Sean Harris está mas que convincente en su papel) ni un clímax tan adrenalítico como en la tercera, pero el conjunto del film es tan homogéneo que se puede poner prácticamente a su altura, la película posee un ritmo tan endiablado que no levanta el pie del acelerador en ningún momento, acción, dobles espías, conspiraciones mundiales, contraespionaje, explosiones, persecuciones y misiones imposibles, todo ésto está presente en Nación Secreta, cada uno la situará en su lugar dentro del ranking personal de Misión Imposible, pero ni decepciona ni desentona con el conjunto, si no todo lo contrario, demuestra la buena salud y la larga vida que le queda a ésta franquicia.
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