Segundo día de Sitges y primer madrugón, y es que a todos nos gusta el cine pero aún así lo de las siete de la mañana es mortal, carreras por la maldita cuesta hacia el Auditori, legañas y muchos llegando en el límite de la campana, pero aún así he de decir que ésta sesión matinal es la que más se disfruta por la tranquilidad y amplitud de sitios que uno dispone.