Hoy tocaba día grande en el Zinemaldia y es que si Rodrigo Sorogoyen parece que se ha convertido en uno de los favoritos del festival con sus dos últimas películas, a Hirokazu Koreeda por no nombrarle hijo predilecto de la ciudad le han tenido que acabar dando el premio Donostia tal es el amor mutuo de director y festival. Además también era turno de dos reconocidos directores como Brillante Mendoza y Mamoru Hosoda.