Jack Ryan: Operación Sombra. Título original: Jack Ryan: Shadow Recruit.
Director: Kenneth Branagh
Actores: Chris Pine (Jack Ryan), Keira Knightley (Cathy Muller), Kevin Costner (Thomas Harper), Kenneth Branagh (Viktor Cherevin), Lenn Kudrjawizki (Constantin), Peter Andersson (Dimitri Lemkov).
Guión: Adam Cozard, David Koepp. Basado en los personajes creados por Tom Clancy.
Productores: David Barron, Lorenzo di Bonaventura, Mace Neufeld, Mark Vahradian.
Montaje: Martin Walsh
Fotografía: Haris Zambarloukos
Música: Patrick Doyle
Producción: Paramount Pictures, Skydance Productions, Buckaroo Entertaiment.
En una época en la que todas las compañías buscan una nueva franquicia que les pueda asegurar buenos resultados económicos y la posibilidad de varias secuelas para estirar el negocio, el reboot del personaje de Jack Ryan tenía que llegar tarde o temprano, para ello Paramount Pictures eligió a Chris Pine como nuevo protagonista de los libros de Tom Clancy, debido a su cada vez mayor popularidad después de ser el nuevo James T. Kirk en el reinicio de Star Trek y dejó la película en manos de Kenneth Branagh, el otrora especialista en adaptar a Shakespeare que parece que está virando el rumbo de su carrera hacia las películas de acción después de ser el encargado también de dirigir la primera película de Thor para Marvel.
En Jack Ryan: Operación Sombra nos encontramos a un protagonista llevado a la actualidad al que el atentado del 11S le hace dar un rumbo a su vida y por lo que decide alistarse a la Marina de EEUU, sin embargo un accidente de helicóptero (magnificamente rodado por Branagh) le manda a un centro de rehabilitación dónde conocerá a Cathy Muller (Keira Knightley) y el agente Thomas Harper (Kevin Costner) comienza a interesarse por sus habilidades como analista económico.
Operación Sombra es una vuelta al thriller político - económico que abundaba en los años 90 y que parece que en la actualidad se ha perdido un poco en favor de las películas de superheroes y de acción pura. Cuando Jack Ryan, analista económico en una gran firma de Wall Street (con una doble vida debido a su trabajo para la CIA) descubre una conspiración desde Rusia que amenaza con echar abajo todo el sistema económico estadounidense, su mentor Thomas Harper le dice que él es el único que tiene la capacidad para realizar el trabajo sobre el terreno y debe viajar a Rusia.
Si algo se puede destacar de ésta película son sus altibajos en todos los niveles de su producción. A nivel actoral Chris Pine encaja perfectamente como éste nuevo Jack Ryan, reconozco no haber leído las novelas de Tom Clancy, pero me parece mucho más creíble éste héroe de acción, que se muestra continuamente vulnerable a nivel físico, que tiene habilidades debido a su formación como marine, pero que no se vuelve de la noche a la mañana en un experto en armas y en todo tipo de luchas. La sola presencia de Kevin Costner le da porte y sobriedad a la figura del mentor de Ryan, aunque no se puede negar que en ciertos momentos actúa con el piloto automático, pero es uno de esos actores que ha llegado a una edad y unos conocimiento en la que incluso dejándose llevar salva la situación de un modo más que favorable. En el aspecto negativo nos encontramos con una Keira Knightley y un Kenneth Branagh bastante flojos, aunque creo que más debido a los problemas del guión que a su propia actuación, que también es algo perezosa, especialmente en el caso de Branagh.
Tanto el guión de Adam Cozard y David Koepp como el montaje de Martin Walsh navegan entre dos rumbos paralelos, por un lado cuando se adentran en la acción y la intriga, la película sube muchísimos enteros con varias escenas que alcanzan el notable alto como el citado accidente de helicóptero o el primer enfrentamiento de Jack Ryan con uno de los secuaces de Cherevin y especialmente las escenas en las que la adrenalina sube a sus mayores cotas, como la entrada en las oficinas de Cherevin con un guión que sabe hacer que la tensión se mantenga en un continuo increscendo, o la persecución en las calles de Moscú, ejemplo de buen montaje, en la que continuamente sabemos dónde está cada uno en cada momento y hacia dónde se dirigen, algo especialmente de agradecer en ésta época en la que abundan los montajes confusos y mareantes.
Pero si destaca en el terreno de la acción también hay que decir que fracasa estrepitosamente en la creación de personajes, más allá de la figura del protagonista el resto están completamente desdibujados, la química entre Chris Pine y Keira Knightley es completamente nula y eso es porque el guión no les da ocasión a hacerlo en la mayor parte de la película y cuando quiere hacerlo ya es demasiado tarde, por otro lado el personaje de Kenneth Branagh es un malo de lo más arquetípico, cuyas motivaciones apenas se apuntan en pequeños detalles y que en ningún momento da la sensación de infundir temor que necesitaría un personaje como éste.
Pero he de decir que pese a todos los fallos que pueda tener, me parece una más que digna película de acción, que es honesta consigo misma, ya que desde un principio te está diciendo a la cara, te voy a ofrecer 105 minutos en los que te voy a mantener pegado a la silla con escenas repletas de acción y tensión, y eso lo cumple, pese a que por el camino tenga que sacrificar la creación de personajes y el desarrollo dramático de la historia, pero en ningún momento llega a cansar ni a aburrir.
Lamentablemente la película no ha funcionado demasiado bien a nivel comercial, aunque tampoco se puede decir que haya sido un fracaso, ya que en el mercado internacional si que ha tenido más éxito y dudo que tengan perdidas, pero de ninguna de las maneras ha sido un pelotazo económico, yo creo que se merecía mejor suerte en éste sentido, películas bastante más flojas han logrado mejores taquillas que ésta, pero es difícil (aunque espero equivocarme) que veamos una continuación de ésta saga y es una pena, ya que con un poco más de esfuerzo en el guión se podría conseguir una franquicia de acción más que interesante.
En definitiva, se trata de una película de espías de toda la vida, con muy buen ritmo en los momentos de acción y secuencias llenas de emoción y tensión, una opción más que recomendable si queréis pasar un rato divertido sin pensar demasiado y buscarle los fallos (que los tiene) al film.