Stranger Things Season 4
Creadores: Matt Duffer, Ross Duffer
Actores: Millie Bobby Brown, Finn Wolfhard, Sadie Sink, David Harbour, Winona Ryder, Gatten Matarazzo, Joe Keery, Natalia Dyer, Maya Hawke, Caleb McLaughlin, Noah Schnapp, Charlie Heaton, Matthew Modine, Priah Ferguson, Brett Gelman
Productores: Matt Duffer, Ross Duffer, Shawn Levy
Música: Kyle Dixon, Michael Stein
Producción: 21 Laps Entertainment, Monkey Massacre, Netflix
Temporadas: 4
Capítulos: 9
Canal de emisión: Netflix
La cuarta temporada de Stranger Things ha confirmado al buque de insignia de Netflix como el mayor fenómeno televisivo del momento y un evento audiovisual de talla semejante a cualquier estreno de Marvel en el mundo del cine. En sus primeras temporadas tirando de nostalgia y elementos fantásticos ya lograba colocarse por encima de la media de producciones de la plataforma de la gran N, pero ha sido con este salto de gigante en su cuarta temporada cuando ha acabado representando la importancia de las plataformas a nivel mundial y alzándose como más que digna heredera de Juego de Tronos respecto a lo que interés de seriéfilos se refiere.
Ya en su tercera temporada la serie apostó por separar a sus personajes en grupos, probablemente por la necesidad de dotar a todos ellos de importancia, algo complicado cuando compartían pantalla y aventura. Esto se lleva al extremo en esta cuarta temporada en la que por momentos llegan a convivir hasta cinco y seis tramas simultáneamente, algo que sin duda ha influido en el elemento que primero llamó la atención de los fans, la prolongada duración de sus episodios, más cercanos a películas que a capítulos de series, con season finale incluida con duración digna de evento MCU.
En el apartado argumental la cuarta temporada comienza con el grupo de amigos separados como ya sabíamos, con Eleven tratando de adaptarse a su nueva vida sin poderes y junto a Will y su familia en California, siendo además víctima de bullying por parte de sus compañeros de clase. Mientras en Hawkins, el resto de miembros del grupo comienza a separarse y en Rusia Hopper intenta sobrevivir en un campo de prisioneros después de que descubramos que sobrevivió a la explosión del centro comercial del final de la tercera temporada (oh sorpresa).
Así el rescate de Hooper de Rusia y descubrir el pasado de Eleven son las tramas que heredamos de las temporadas anteriores con desigual interés, si bien el modo en que conecta esta cuarta temporada con las dos primeras a través de los flashback de la infancia de Eleven es bastante hábil y deja momentos estelares, todo lo que tiene que ver con la operación de rescate de Joyce en Rusia y los intentos de escape de Hooper son probablemente lo más flojo de esta temporada, provocando bajones continuos de ritmo e interés y la sensación de que su conexión con la trama general está más que forzada.
Pero una vez más lo que reamente hace especial a Stranger Things es su apuesta por el fantástico, es decir, todo lo relacionado con el Upside Down y esta cuarta temporada brilla especialmente con la aparición de un nuevo villano tan carismático e intimidante como Vecna y el rotundo giro de la serie hacia el terror, mucho más explícito que en anteriores ocasiones. La trama de este nuevo enemigo con claras inspiraciones del Freddy de Englund (cameo incluido) son el auténtico motor de esta cuarta temporada y elemento cohesionador con las tres temporadas restantes además de contar con las escenas más espectaculares y emotivas de esta tanda de episodos, porque no nos engañemos, nadie se acordará de como salió Hooper de su prisión mientras que todos estuvimos al borde del colapso al ritmo de Running up that hill.
Si algo se le puede reprochar a esta cuarta temporada, además de la enorme irregularidad entre sus tramas (no carguemos todo en Rusia, ni la persecución de los jugadores de baloncesto ni ese viaje en furgoneta fumeta necesitaba tanto tiempo en pantalla) es su incapacidad de dar el salto definitivo y arriesgarse a tomar decisiones más arriesgadas respecto a sus protagonistas, algo que a priori parece reservado para su temporada final pero que deja sensación de oportunidad perdida y aplazada.
A favor, su salto definitivo a la primera división audiovisual, mirando cara a cara a las super producciones en pantalla grande, su gigantesco aumento presupuestario luce de maravilla en pantalla, con escenas que no tienen nada que envidiar al blockbuster de turno. Pero sobre todo la capacidad de esta cuarta temporada de mantener a salvo el verdadero corazón de la serie y es mantener el apego y la conexión emocional con su grupo protagonista con el que nos seguimos emocionando a cada aventura y por el que sufrimos ante todos los peligros que deben afrontar. Grupo al que por cierto cada nuevo anexión le viene mejor que la anterior, si Erica y Robin fueron los fichajes estrellas de la temporada pasada, en ésta ocasión Eddie Munson se va a apoderar de nuestros corazones.
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