En un barrio de Nueva York

En un barrio de Nueva York. Título original: In the Heights

Director: Jon M. Chu

Actores: Anthony Ramos, Melissa Barrera, Leslie Grace, Corey Hawkins, Jimmy Smiths, Olga Merediz, Gregory Diaz IV

Guión: Quiara Alegría Hudes, Lin Manuel Miranda (Basado en su propio musical)

Productores: Anthony Bregman, Quiara Alegría Hudes, Lin Manuel Miranda, Mara Jacobs, Scott Sanders

Montaje: Myron Kerstein

Fotografía: Alice Brooks

Música: Alex Lacamoire, Lin Manuel Miranda, Bill Sherman

Producción: Warner Bros, 5000 Broadway Productions, Likely Story, Scott Sanders Productions

Entre los amantes de los musicales (entre los que por supuesto me incluyo) el nombre de Lin Manuel Miranda lleva años circulando como la gran esperanza para revivir un género un tanto de capa caída más allá de los éxitos puntuales cada X tiempo, no obstante poseer un Pulitzer, tres Tony, tres Grammy o un Emmy entre la multitud de premios que atesora pone cierta presión encima, pero fue Hamilton el musical que se convirtió en auténtico icono pop el que sin duda colocó a Miranda como el artista a seguir. Unos años (y una desastrosa secuela de Mary Poppins) después Miranda no está en el lugar de privilegio que todos esperábamos y el compositor, letrista, cantante, actor y todo lo que se te ocurra dentro del mundo artístico decide volver al éxito que le dio a conocer y con el que reventó Broadway hace más de diez años.

In the Heights (En un barrio de Nueva York) saltó desde el Off Broadway a los grandes escenarios hasta arrasar en los Premios Tony por lo que parecía una apuesta segura para el regreso por todo lo alto de Miranda pero ya sabemos que las grandes producciones de Broadway no siempre tienen una buena traslación a la gran pantalla (ejem Cats).

Apenas diez minutos le hacen falta a En un barrio de Nueva York, los que durante su deslumbrante número inicial, para dejarnos claro que nos encontramos con uno de esos musicales llamados a perdurar en nuestra memoria.

In the Heights es un homenaje a la cultura latina y su influencia en la sociedad estadounidense, centrándose en el barrio de Washington Heights en los días previos a un apagón, donde Usnavi sueña con regresar a su amada República Dominicana, Vanessa desea abandonar el barrio para acomodarse en un apartamento en el centro de la ciudad, Nina regresa entre el orgullo del barrio por haber ingresado en Stanford mientras ella solo quiere volver a casa o Benny se enamora de Nina mientras fantasea con abrir su propio negocio.

En un barrio de Nueva York nunca abandona su propuesta de feel good movie pero tampoco evita hablar de los estereotipos o el trato racista que sufren los latinos en EEUU, con recadito a su política sobre los dreamers incluida. 

Es inevitable que los espectaculares números musicales copen la atención del espectador, y es que la impresionante mezcla de hip hop y ritmos latinos de su música cuenta con una coreografía y realización a la altura gracias a un Jon M. Chu que sabe unirse a la fiesta y otorgar de vigor y energía a los números (atención al sorpresón que supone Corey Hawkins). Sin embargo si En un barrio de Nueva York triunfa más allá de una buena recopilación de canciones y coreografías es porque todos sus personajes tienen su momento (y son unos cuantos, ojo a la colección de estrellas latinas entre los secundarios) y logran robarnos el corazón con sus sueñitos, desde el estupendo protagonista de Anthony Ramos hasta cada uno de sus secundarios con especial gusto personal por la veterana Olga Merediz.

In the Heights acumula números musicales a la altura de los grandes del género, desde la ya mencionada escena de apertura, pasando por mi favorito y absolutamente espectacular 96.000, el precioso momento de Paciencia y fe donde Merediz se merienda la película en apenas cinco minutos, el canto a la diversidad latina que supone Carnaval del barrio o el precioso homenaje a los clásicos de When the sun goes down. Pero además En un barrio de Nueva York logra el más difícil todavía, unir la feel good movie con la denuncia sociopolítica a la situación de la comunidad latina y es que si algo nos quiere enseñar el film es que la lucha debe seguir pero nunca debe acabar con nuestra alegría.