Director: Andre Ovredal
Actores: Zoe Margaret Colletti, Michael Garza, Gabriel Rush, Austin Zajur, Natalie Ganzhorn, Austin Abrams
Guión: Dan Hageman, Kevin Hageman, Guillermo del Toro (Basado en las novelas de Alvin Schwartz)
Productores: Guillermo del Toro, Elizabeth Grave, Sean Daniel, Jason F Bron, J Miles Dale
Montaje: Patrick Larsgaard
Fotografía: Roman Osin
Música: Marco Beltrami, Anna Drubich
Producción: Entertainment One, CBS Films, Double Dare You, 1212 Entertainment, Sean Daniel Company
Las películas de terror capitulares forman ya una larga tradición en el género, es inevitable recordar la mítica Historias de la cripta tanto en su versión fílmica como televisiva, pero este subgénero ha funcionado antes y después de la misma.
Historias de miedo para contar en la oscuridad huye sin embargo del carácter antológico y busca un hilo narrativo que de unidad y coherencia a sus microhistorias, a semejanza de lo sucedido hace poco con Pesadillas. Y es que si entonces era difícil abarcar la obra de R.L Stine aquí se intenta unir varias historias de Alvin Schwartz en un solo film.
A priori la idea no es mala e incluso la excusa argumental, sin ser el colmo de la imaginación, tiene su lógica interna, un libro maldito que hace realidad las historias que se escriben en él, lo que da paso a los relatos breves del propio Schwartz.
Si unimos esto a un artesano tan competente como André Ovredal que ya había demostrado su buen hacer en el género en la muy reivindicable La autopsia de Jane Doe y la producción del siempre admirable Guillermo del Toro, con un despliegue de seres muy del gusto del director mexicano, todo parecía ir en la dirección correcta.
El problema es la enorme irregularidad del film, y en esta ocasión no es por la calidad de sus distintas historias, pues todas rayan a un nivel notable como mínimo, si no por lo mal que funciona el hilo argumental que los une. Y es que pese a ser una idea bien planteada, está mal ejecutado. Ovredal se luce en los microcuentos de terror con breves setpieces que demuestran su pericia para dominar todo tipo de terror, desde el más sugerente hasta el más explícito y las criaturas salidas de la mente de Del Toro son una delicia, pero sin embargo es imposible agarrarse a la historia principal de nuestros protagonistas.
Ya sea por el escaso interés que suscita el misterio del libro maldito, o por el mínimo carisma y la nula química de Zoe Margaret Colleti y Michael Garza, el film sufre unos bajones de ritmo tremendos cada vez que abandona un relato y vuelve al argumento central, y el nivel de intensidad e interés entre ambas partes del film es tan desigual que no cabe preguntarse si no hubiera sido mejor hacer una antología clásica y olvidarse de esta trama que trata de unirlos.
A pesar de todo Historias de miedo para contar en la oscuridad es un film interesante, básicamente por que la traslación a la pantalla de sus relatos es notable, pero su trama central es tan floja e intrascendente que es difícil evitar desconectar de la misma y limitarse a esperar la llegada de la siguiente historia corta, lo que lleva a cierta insatisfacción y sensación de oportunidad perdida, y es que no nos engañemos, si esa mitad del metraje que dedican al hilo principal se hubiera dedicado a mostrarnos más historias de Schwartz todos hubiésemos salido ganando, desde los espectadores hasta el propio film.
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