Director: Barry Jenkins
Actores: Alex Hibbert, Ashton Sanders, Trevante Rhodes, Mahershala Ali, André Holland, Jharrel Jerome, Naomie Harris, Jannelle Monae
Guión: Barry Jenkins y Tarell Alvin McCraney
Productores: Dede Gardner, Brad Pitt, Jeremy Kleiner, Adele Romanski
Montaje: Joi McMillon y Nat Sanders
Fotografía: James Laxton
Música: Nicholas Britell
Producción: A24, Plan B Entertainment
"A la luz de la luna todo es azul. Así te llamaré, azul ... ¿Ese es tu nombre, azul?. No, en algún momento tienes que decidir por ti mismo quién eres"
Decir que Moonlight no inventa nada así para empezar podría parecer una connotación negativa, y sin embargo no lo es, y es que una película que pretende representar la vida del modo más realista posible tiene que aferrarse a la cotidianidad, tampoco es novedosa su estructura, ni es la Boyhood de este año como algunos dicen, porque la gran película de Richard Linklater no inventó ese método narrativo basado en mostrar la vida de alguien a partir de momentos importantes de su existencia. Sin embargo hay algo que hace a Moonlight especial.
Basada en la obra teatral de Tarell Alvin McCraney "In Moonlight black boys look blue" Moonlight cuenta a través de tres momentos, niñez, adolescencia y periodo adulto, la historia de Chiron, un joven gay afroamericano de una zona conflictiva de Miami.
Pero pese a este carácter episódico Moonlight consigue en todo momento dar una imagen de unidad y conjunto en la historia de Chiron, eso se consigue gracias a un estudiado guión que pese a los saltos temporales nos muestra los momentos claves de la formación de una personalidad, así los hechos que suceden en cada episodio, son claves para el desarrollo de la siguiente etapa hasta acabar cerrando un círculo en el que todo está conectado y el desarrollo adulto de Chiron es el resultado de todas sus experiencias anteriores.
Barry Jenkins consigue una ejemplar armonía entre el tono duro y callejero del ambiente en que se mueve nuestro protagonista y la delicadeza a la hora de mostrar el carácter introspectivo de Chiron. Destacable es también la fotografía de James Laxton con un tono sucio, oscuro y desgastado para situarnos en los bajos fondos de Miami pero que también tiene tiempo para los escasos momentos de esperanza de Chiron.
Pero si algo destaca por encima de todo es su impresionante elenco, los verdaderos causantes de esa sensación de unidad, comenzando por supuesto por los interpretes de Chiron capaces de mostrar sus distintos matices durante las diferentes épocas de su vida a la vez que dotan de consistencia al personaje, desde la sensación de desarraigo del pequeño Alex Hibbert a las dudas y temores propias de la adolescencia de Ashton Sanders hasta llegar a un Trevante Rhodes lleno de escudos y corazas a causa de todo su bagaje personal.
A su lado un elenco de secundarios notables, mención especial a los actores encargados de interpretar a Kevin, el contrapunto oculto de la historia y que consigue cerrar el círculo personal de Chiron. Naomie Harris y Jannelle Monae se mantienen en un segundo plano pero dan empaque al film mostrando las dos caras de la moneda tanto respecto al mundo de las drogas como respecto al amor y cuidado de Chiron. Y Mahershala Ali se come la pantalla en los escasos minutos que aparece en pantalla, es cierto que quizás sea algo excesiva la catarata de premios recibidos respecto al metraje en el que interviene, pero no es menos cierto que su Juan es el auténtico robaplanos del film.
Moonlight es pura vida, pura realidad, tal vez no la que nos gustaría ver, en ese sentido la película no es fácil ni amable con el espectador, aséptica en muchas ocasiones por el carácter de su protagonista, realista por un lado pero sin negar la oportunidad a la esperanza, así es la vida, puede parecer que todos somos iguales y que la realidad ya nos viene dada por nuestro entorno y nuestras circunstancias, pero siempre hay algún resquicio, algún momento en el que tienes que dar un paso adelante y decidir por ti mismo quién eres.
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