jueves, 29 de diciembre de 2016

Comanchería

Comanchería. Título original: Hell or High Water

Director: David Mackenzie

Actores: Chris Pine, Ben Foster, Jeff Bridges, Dale Dickey, Gil Birmingham

Guión: Taylor Sheridan

Productores: Peter Berg, Carla Hacken, Sidney Kimmel, Julie Yorn

Montaje: Jake Roberts

Fotografía: Giles Nuttgens

Música: Nick Cave, Warren Ellis

Producción: Film 44, Oddlot Entertainment, Sidney Kimmel Entertainment


Hay ocasiones en las que los astros se alinean, en las que todo lo que puede salir bien lo hace aún mejor, cuando los participantes de un proyecto dan lo mejor de sí mismos, en ocasiones todos esos elementos se unen en una película, Hell or High Water es una de esas ocasiones.

Comanchería pertenece a ese subgénero que sin llegar a ponerse de moda parece estar floreciendo en los últimos tiempos, esa mezcla de western y thriller fronterizo que ya nos mostraron en mayor o menor medida Sicario, The Hollow Point o Frío en Julio.

Podríamos decir que Comanchería es la historia de dos hermanos que se dedican a dar pequeños golpes para salvar la granja familiar, o que es un thriller disfrazado de western, pero sería quedarnos en la capa más superficial porque en realidad el film abarca mucho más, habla de lealtad, sacrificio, compañerismo, responsabilidad, hermandad, de como los tiempos han cambiado y se han llevado por delante algunos viejos valores y como algunos personajes luchan, cada uno a su manera, para intentar adaptarse a esos nuevos tiempos.



Y si todo funciona con esa precisión suiza es porque lo hace pivotando alrededor de un elemento común, el excepcional guión de Taylor Sheridan (ojito con este actor metido a guionista que sus dos únicos guiones hasta el momento son Sicario y este film, casi nada). La película es capaz de navegar entre géneros, acertando siempre con la ola que debe coger, tan pronto vira hacia la comedia casi de buddy movie con esa extraña pareja de policías en la que Jeff Bridges tira de cinismo para aprovechar unos diálogos cargados de acidez y de sobresalientes onliners, como explora el thriller de robos o el más puro western en el que los personajes se retan no solo con palabras.

Mientras esto sucede todavía hay tiempo para gozar de uno de los personajes más apasionante de los últimos tiempos, ese Tanner Howard, con un arco dramático que se debería estudiar en las escuelas de cine para explicar como se puede transformar a un personaje y dotarle de matices y humanidad en menos de dos horas, afortunadamente para todos, Ben Foster no deja escapar ese regalo y realiza el que sin duda es el mejor trabajo de su carrera.

Y aún hay más que sumar: Chris Pine consigue dar el empaque y la sobriedad adecuada al personaje que sirve de eje central y unión de todas las historias, Nick Cave y Warren Ellis elevan aún más si cabe la función con una banda sonora para no olvidar y David Mackenzie se recrea en una sosegada dirección ante la joya que tiene entre sus manos.



Por fortuna esta vez la coherencia ha reinado en los imprevisibles premios y las nominaciones y el reconocimiento empiezan a caer sobre un film que corría el riesgo de caer en el saco de las joyas olvidadas que solo unos pocos afortunados han podido disfrutar en algún festival de cine. No deberíais perder la oportunidad de ver Comanchería, porque sin duda se va a colar en vuestro top de lo mejor del año.

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