Ya se ha cumplido una semana desde que ésta locura llamada Festival de Sitges comenzó y ahora que se vislumbra el final el cuerpo cada vez pide más descanso pero curiosamente la cabeza pide más y más cine, de verdad que a veces somos unos enfermos de ésto pero, bendita enfermedad.
Día de agradables sorpresas en ésta octava jornada, aunque como siempre ha habido de todo, pero siempre es reconfortante que películas de las que no sabías ni conocías nada te dejen un gran sabor de boca.