Amanecía la mañana algo perezosa en el último día en el Festival de Cine de San Sebastián y es que quien más quién menos se lió un poco en la noche donostiarra aprovechando la casi total falta de pases de prensa matutinos si exceptuamos La Odisea, film elegido para clausurar el festival pero que ya se pudo ver el día anterior. El tiempo ha sido generoso y juguetón con nosotros, de esos primeros días en los pasaban horas y horas sin pasar de llover poco a poco hemos cambiado al esplendoroso sol que se pudo disfrutar el último día, lo que ha provocado que la playa de la Concha estuviera a rebosar. Sin embargo algo de melancolía había en el ambiente al ver el correr de gente con maletas y la acreditación aún colgando de un lado a otro y es que en realidad pocos valientes quedábamos ya para este último día.