El despertador suena a las siete de la mañana, ducha rápida, hoy no da tiempo a café, mientras me dirijo a toda prisa hacia el Kursaal mi mente dormida tiene un momento de lucidez ... mierda, la acreditación, media vuelta a mitad de camino, recojo la acreditación y otra vez para allá ... 07:35 creo que hay como unas 20 personas delante mío, más los que lleguen acompañando, ponle unas 30, mala suerte sería ... abren las taquillas ... venga, venga ... faltan dos personas cuando se oye un grito: "Entradas para Roma agotadas".