Nop. Título original: Nope
Director: Jordan Peele
Actores: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Brandon Perea, Steven Yeun, Michael Wincott
Guion: Jordan Peele
Productores: Ian Cooper, Jordan Peele
Montaje: Nicholas Monsour
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Música: Michael Abels
Producción: Universal Pictures, Dentsu, Monkeypaw Productions
A estas alturas creo que ya pocos se pueden sorprender con Jordan Peele, si bien en su tercera obras continúa intentando guardar ya no solo los secretos y sorpresas si no el propio argumento de cada una de sus películas, cuando nos enfrentamos a su último título sabemos lo que nos podemos encontrar, una subversión de géneros ya conocidos pasado por su filtro de crítica social y humor (bastante menor que en otras ocasiones) que ya conforman el sello personal del Peele director.
Nop se conforma en una especie de weird western con héroe duro y silencioso incluido, que va tornando hacia la ciencia ficción y por supuesto el terror, terreno habitual del director. Todas las comparaciones que se han hecho tienen su sentido y es que en el film se pueden identificar resonancias de obras tan dispares como Tiburón, Temblores, Moby Dick y decenas más que puedan encontrar los habituales coleccionistas de referencias y sin embargo el auténtico valor del film es el de conseguir una historia diferente y original que para bien o para mal difícilmente dejará indiferente al espectador.
Retorciendo los clichés del género pero sin abandonarlos, nuestros héroes, un Kaaluya romo y austero pero tremendamente efectivo y una Keke Palmer que se apodera de la pantalla a cada momento con un personaje mucho más agradecido, deberán salvar su rancho no solo de la ruina, si no de otro tipo de amenazas sobrenaturales. Nop se toma su tiempo para mostrar tanto la personalidad de sus protagonistas como para definir su relación y suministra pacientemente la información sobre el misterio principal del film. Si bien es cierto que las tramas paralelas, especialmente la de Steve Yeun son importantes para el desarrollo del film, la sensación es que nunca acaban de funcionar del todo y cortan un tanto un ritmo ya de por si pausado. Pero una vez las cartas se ponen sobre la mesa el film no para de ascender (guiño, guiño) en un juego del gato y el ratón tan intenso y emocionante como deslumbrante visualmente con decisiones tanto a nivel estéticas como de guion una vez más arriesgadísimas que provocarán todo tipo de reacciones.
Tal vez se eche algo de menos un poco más de chispa e implicación emocional con los personajes en su clímax final, ese sense of wonder que por momentos acaricia y que acaba dejando un poco de lado pero más allá de esto siempre se agradecen propuestas arriesgadas como Nop capaces de innovar y de derribar géneros y barreras confirmando a Peele como un director con el que nunca sabes lo que te vas a encontrar pero al que siempre apetece descubrir.
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