Creadores: Jeremy Bernard, Guillaume Desjardins, Bastien Ughetto
Actores: Lubna Azabal, Philippe Rebbot, Bastien Ughetto, Samir Guesmi, Audrey Fleurot, Thibault de Montalembert, Bellamine Abdelmalek, Yannick Choirat
Productor: Alexis Giraudeu
Música: Edouard Joguet
Fotografía: Clemence Plaquet
Producción: Canal +
Temporadas: 1
Episodios: 8
Canal de emisión: Filmin
Cuando parecía que el sector audiovisual se encontraba en pleno bache creativo por las circunstancias sociales (evitaré el mal chiste del juego de palabras y decir que estaba colapsado) la ficción de nuevo nos vuelve a demostrar su capacidad para sorprendernos una y otra vez, ya sea por su modo de representar la realidad o incluso preverla, y es que a pesar de ser estrenada en Francia en 2019 ha sido ahora cuando se ha vuelto un auténtico fenómeno para convertirse en la serie evento del que todo el mundo hablar y cualquier seriéfilo que se precie debe ver.
Quién lo iba a decir con una serie de éstas características y en una plataforma menos multitudinaria como Filmin. Nunca den a la industria del entretenimiento por muerta.
Además de su evidente cercanía a nuestro más inmediato presente con la crisis del Coronavirus aún azotando, el principal reclamo de El colapso era su condición formal, ocho capítulos grabados en plano secuencia para disfrute de los amantes de las virguerías en la planificación y el manejo de la cámara.
Sin embargo solo hace falta un episodio, el inquietante, pero aún a medio gas "El supermercado" para darse cuenta que hay muchos más valores en la serie que su mero recurso narrativo.
Con capítulos independientes que conforman casi una antología de terror, El colapso retrata la caída de nuestra sociedad y sistema económico actual a través de distintas situaciones y reacciones de los protagonistas de cada historia. Esta tipo de distopía catastrófica (no tan) futurista y su mensaje de "el hombre es un lobo para el hombre" es casi tan vieja como la expresión latina, pero donde (hablando de productos cercanos en el tiempo) Years and Years nos da una esperanza y Black Mirror o Devs huyen de la más inmediata realidad con sus enfoques tecnológicos y deterministas, El colapso se sitúa en nuestro mañana más cercano para lanzar un aviso sobre lo que puede estar por llegar.
Analizando muy someramente los capítulos uno por uno, se podría decir que El supermercado te pone en situación, La gasolinera dispara tu adrenalina hasta el límite, El aeródromo te va a cabrear, La aldea te hará perder la fé en el ser humano, aunque la recuperarás en La central nuclear, con La residencia llorarás, La isla te deslumbrará con su apabullante y espectacular plano secuencia y El plató de televisión te escupirá un te lo dije a la cara.
Como en cualquier antología, hay cierta irregularidad en sus episodios pero todos ellos se mantienen en el notable (excepto su decepcionante desenlace), cargados de pulso, tensión y reflexión final sobre la naturaleza del ser humano. A este respecto, y reconozco que es algo muy personal, estoy totalmente en contra del binge-watching con esta serie, que puede haber sido parte de su éxito si, pero que imposibilita asentar lo visto y reflexionar sobre lo ocurrido en cada episodio. Esa impaciencia por ver que pasa después sin pararnos a recapacitar y profundizar puede ser también (a mi probablemente equivocado juicio) parte de cierta decepción posterior entre los espectadores tras su desmesurado hype inicial, eso o la eterna rueda de "es la mejor serie del momento - pues tampoco es para tanto - está sobrevalorada - es un producto de masas - la odio".
Pero volviendo a la serie en sí, lo que aterra de El colapso es que el fin de nuestra civilización no proviene de una guerra nuclear o una plaga apocalíptica, ni siquiera del extremismo político o religioso, si no que llega a través de la inacción del hombre, por nuestros gestos cotidianos y complacencia ante lo que sabemos que está mal, como quiere expresar su fallido octavo episodio.
A través de siete episodios, omitiremos de nuevo el último, la serie navega entre la crítica social (tanto a las egoístas clases altas como, ojo, a la insolidaridad del pueblo) y la desesperación ante el No Future, pero también deja tiempo para arrojar una leve luz ante héroes cotidianos que si bien fracasan en su tarea por lo catastrófica de la situación, no por ello cejan en su empeño, dejando al menos la puerta abierta a mantener cierta esperanza en el ser humano.
El colapso no solo ha supuesto un acontecimiento a nivel popular si no que es un auténtico soplo de aire fresco en el panorama de la televisión y es que guste más o menos es cierto que no se había visto un producto como éste y que impactara de tal forma en mucho tiempo, así que como ya hemos dicho al principio, si te gustan las series, sin duda esta es la que no te puedes perder este verano.
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