Logan
Director: James Mangold
Actores: Hugh Jackman, Patrick Stewart, Dafne Keen, Boyd Holbrook, Stephen Merchant
Guión: James Mangold, Scott Frank, Michael Green
Productores: Simon Kimberg, Stan Lee, James Mangold, Hutch Parker, Dana Robin, Kurt Williams
Montaje: Michael McCusker, Dirk Westervelt
Fotografía: John Mathieson
Música: Marco Beltrami
Producción: Marvel Entertainment, Twentieth Century Fox Film Corporation, TSG Entertainment, Kinberg Genre, Donners' Company
Intentar establecer una cronología de las películas de mutantes de X Men a estas alturas sería tan trabajoso como inservible, una trilogía original de la que se reniega de su última parte, un reboot en el que se reinicia la saga para olvidar lo anterior pero utilizando elementos comunes, otra trilogía sobre uno de sus personajes en la que de nuevo queremos hacer como si una de sus partes no existiera, en fin, un despiporre difícil de analizar, por suerte Logan acepta todo esto rápidamente y solo utiliza esos antecedentes para dar cierto trasfondo a su película pero buscando desde el principio la individualidad.
Y ese es el mayor acierto de la película, probablemente hayáis leído ya críticas en las que se habla del tono crepuscular, de su aspecto de western o de road movie, incluso del siempre socorrido "película de superheroes para adultos" y todo eso es cierto, pero si Logan triunfa sobre la casi totalidad del resto de películas de su género es porque es una historia en mayúsculas, al menos durante gran parte de su metraje, donde si, los protagonistas tienen poderes y los utilizan, pero los personajes existen mucho más allá de sus mutaciones, es más estas les lastran.
La huida de Logan personaje de sus poderes, es en el fondo la representación de la huida de Logan película de las convenciones habituales de las películas de superheroes, buscando su propia personalidad.
Y en esa salida por la tangente de los lugares comunes de las películas de su género es donde más grande se hace el film. Nunca habíamos visto a un Hugh Jackman tan entregado al papel que le ha dado fama mundial, su cansancio y casi desesperación traspasan la pantalla en una constante huida de todo y de todos (incluso de sí mismo) donde sus estallidos de violencia que maravillaran al fandom mutante por su carácter gore y desenfrenado son casi una carga para el personaje con la que tiene que convivir, son divertidos e impactantes si, pero particularmente lo que me interesa de este film no es eso, lo que me interesa es hacia donde ha llevado la vida a Logan y como lidia él con ello.
Su relación con Patrick Stewart (absolutamente excelso en su interpretación), figura paternal nada disimulada, y Dafne Keen, verdadero impulso para que Logan comience a tomar responsabilidades, son el auténtico motor de la película, y ahí la película vuela muy alto. James Mangold demuestra tacto y sensibilidad para mostrarnos a esos personajes perdidos y confusos, la fotografía sucia y gastada de Mathieson se convierte prácticamente en un personaje más y todo fluye con enorme naturalidad.
Sin embargo, cuando hay que apostarlo todo el film da un pequeño paso atrás en su parte final, y en cierto modo entiendo el por qué, la historia de Logan ya está contada y hay que seguir adelante, la oscuridad deja paso a la luz, de los primeros planos y las localizaciones cerradas damos paso al exterior, y del intimismo pasamos al espectáculo, por que eh, esto es una película de superheroes y tiene que haber una gran batalla final, y de la pequeña rareza cargada de personalidad propia pasamos a la acción genérica que se podría insertar en cualquier película de X-Men sin que apenas notáramos el cambio. No puedo negar que este final me decepciona y me estropea en cierto modo el conjunto del film, pero tampoco que durante casi dos horas Logan me apasiona, me atrapa y me maravilla, prefiero quedarme con eso.
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